Las relaciones pueden presentar configuraciones muy diferentes.
Algunos mantienen relaciones con dos o más, que incluyen sentimientos y sexo, mientras que otros prefieren una práctica más abierta con respecto al sexo y a las relaciones. Para muchos el uso del preservativo dentro de la relación no supone problema alguno, por lo que continúan empleándolo. Además, el condón proporciona a seropositivos y VIH negativos un medio estupendo para mantener relaciones sexuales y afectivas.
Si, dentro de una relación, dos o más personas deciden practicar el sexo sin preservativo, les recomendamos que todos se realicen un análisis o testeo al mismo tiempo. Con ello se asegurarán de que ninguno tiene VIH u otra infección de transmisión sexual o, de ser así, podrán ser atendidos si se demuestra que están infectados con una infección de transmisión sexual susceptible de tratamiento. Ello, obviamente, presupone no mantener relaciones sexuales sin protección con otras personas.
A veces, las relaciones o pactos no se desarrollan como estaban previstos. Acostarse con una persona diferente a tu pareja o parejas o incumplir las reglas fijadas puede hacer que expongas a este/estos a un riesgo de contagio de una infección de transmisión sexual. Por eso es importante pactar las reglas aplicables dentro y fuera de la relación. Si se establece un acuerdo puede ser aconsejable desde un primer momento determinar cómo van a actuar en caso de que alguno lo vulnere. Atreverse a discutir sobre los eventuales deslices es una forma de mostrar consideración.