Muchos sueñan con sexo,
intimidad y relaciones algo diferentes a lo que se enseña en las escuelas en relación a la sexualidad y la convivencia. BDSM es un término genérico que suele aplicarse a lo siguiente:
- Vendaje/atadura (B)
- Vendaje/atadura y disciplina (B&D)
- Dominación y sumisión (D&S)
- Sadismo y masoquismo (o sadomasoquismo) (S&M, SM)
En otras palabras, BDSM es un concepto bastante amplio, pero puede resumirse en; relación entre personas por lo general adultas que voluntaria y consentidamente optan por expresar o practicar su sexualidad a través de vendas, ataduras, disciplina, dominación, sumisión, sadismo, masoquismo y/o sadomasoquismo. Confianza, consideración y respeto mutuos son factores fundamentales en el ámbito BDSM.
El BDSM suele asociarse a fetiches (por ejemplo, el cuero) o tipos determinados de sexo. También es un ingrediente importante de varias de las denominadas “subculturas”, siendo tal vez la del cuero la más conocida de entre ellas. Explicamos aquí brevemente algunos de los aspectos del BDSM y el modo de disfrutar de un sexo BDSM más placentero y seguro. En la parte inferior de la página encontrarás recomendaciones de sitios para profundizar en el tema.
VENDAJES
Bondage (vendajes/ataduras) es una expresión inglesa que viene a significar “atar a alguien”. En un contexto sexual suele hacer referencia a la limitación de la libertad de movimientos de una persona con ayuda, por ejemplo, de cuerdas, esposas, cadenas, dispositivos de cierre, plástico transparente u otro elemento. A veces puede bastar con una limitación simbólica. Puede resultar placentero y excitante sentirse indefenso y desamparado en manos de alguien de confianza, o bien controlar la libertad de movimientos de otra persona.
El vendaje/ataduras no tiene por qué implicar el uso de herramientas para restringir la libertad, pudiendo consistir también, por ejemplo, en mantener sujeta a otra persona con las manos/cuerpo o, simplemente, ordenar/acordar que alguien debe guardar una posición determinada. Las cuerdas y demás accesorios están disponibles en una serie de materiales. Pruébalos para ver qué sensación te producen sobre el cuerpo. Una cadena transmite una sensación completamente diferente a, por ejemplo, un trapo de seda. NOTA: Evita las cuerdas de nailon, hilos de cocer y las cadenas irregulares que pueden arañar la piel. Por el contrario, los tejidos de algodón, cáñamo y tweed funcionan estupendamente.
También se puede probar a limitar otras cosas aparte de la libertad de movimientos. Por ejemplo, uno o varios de nuestros sentidos. Con una venda en los ojos y, tal vez, tapones en los oídos, se intensifican a menudo otras impresiones sensoriales. Puede resultar entonces especialmente agradable explorar con el olfato, la lengua o el tacto.
El vendaje/atadura en sí no conlleva riesgo alguno de transmisión del VIH ni otras infecciones por vía sexual. Sin embargo, es aconsejable concienciarse sobre otro tipo de factores de seguridad durante la práctica.
- Al igual que en otras situaciones sexuales, es importante que todos los implicados participen voluntariamente en lo que se hace, a diferencia de lo que ocurre cuando, por ejemplo, la policía te priva de la libertad a tu pesar. A ser posible debe acordarse de antemano las señales mutuas para bajar la intensidad o interrumpir el juego.
- Cuida del cuerpo y recuerda que no deben obstaculizarse las principales vías respiratorias y de riego sanguíneo. Evita los cordones, cuerdas y cadenas alrededor del cuello. Emplea mejor un collar holgado que no pueda retorcerse y estrangular las vías respiratorias. Independientemente de que uses un collar o una cuerda, y del lugar del cuerpo en que estén, es importante que no aprieten demasiado. Asegúrate de poder introducir como mínimo un dedo entre la piel y la cuerda o el elemento que deseen utilizar.
- No dejes nunca sola a una persona sometida a algún tipo de restricción, ya sea de vendaje/atadura o de otra clase.
- Evita combinar el vendaje con el alcohol u otros estupefacientes, ya que ello empeora la capacidad de discernimiento y eleva el umbral del dolor. También puede resultar peligroso dormirse, desmayarse o perder en otro modo el conocimiento en el trascurso del juego.
- A veces quieres interrumpir el juego con rapidez, por ejemplo, si uno de los participantes se siente incómodo o un familiar realiza una visita inesperada. Emplea útiles que sean fáciles de desbloquear/desprender y ten unas tijeras a mano si atas con cuerdas.
DOMINACIÓN Y SUMISIÓN
Dominar o someterse a alguien implica una interacción donde personas adultas juegan de forma consentida y voluntaria con el poder y el control.
Ejercer o ceder el poder puede consistir, por ejemplo, en recurrir a órdenes verbales o físicas, a misiones, humillaciones, castigos y/o algún tipo de vendaje según lo descrito anteriormente. También pueden considerarse la dominación y la sumisión como una especie de disciplina. Si se desea, se puede integrar el juego de poder en un juego de roles en el que adoptar, por ejemplo, el papel de policía/prisionero, médico/paciente, amo/esclavo o amo/perro. Se puede recurrir a este juego de poder desde un breve instante (por ejemplo, relación sexual) hasta todo el día durante un período de tiempo.
En el juego de poder pueden incluirse elementos de resistencia: el esclavo protesta y, naturalmente, debe ser castigado por ello. Azotar las nalgas de alguien hasta dejarlas deliciosamente doloridas puede resultar excitante. La eventual clemencia suplicada por el esclavo puede añadir un goce aún mayor. No olvides ponerte de acuerdo de antemano sobre las señales mutuas a utilizar en caso de que alguno de ustedes desee bajar la intensidad o interrumpir el juego, por ejemplo, algún tipo de palabra para parar (consulta Normas de conducta en la parte inferior).
Ciertas personas solo se ven a sí mismos como dominadoras o sumisas, mientras que a otros no les parece mal alternar los papeles (lo que se denomina “switch”). Algunos viven la dominación/sumisión como parte de su personalidad, mientras que otros lo consideran como un papel adoptado de forma ocasional.
Los juegos de rol en sí no conllevan ningún riesgo de transmisión del VIH ni otras infecciones de transmisión sexual, pero, obviamente, dicho riesgo vendrá determinado por el modo en que pretendas combinar los referidos roles con otros tipos de prácticas sexuales. Recuerda que es aconsejable convenir de antemano el nivel de sexo seguro que quieren (el uso de preservativo, evitar esperma en la boca, etc.). Al actuar de sumiso tienes exactamente el mismo derecho que una persona dominante a exigir sexo seguro, por ejemplo, el uso de preservativo. Naturalmente, como dominador puedes ordenar a tu sometido que saque un preservativo y, tal vez, que te lo coloque con la boca.
Hay una gran cantidad de formas de ejercer la dominación. El teléfono móvil ofrece un medio fenomenal para practicar la dominación. Puedes enviar una orden o misión a tu pareja sexual a través de un SMS, como por ejemplo, que la persona en cuestión se duche en el gimnasio con la palabra ESCLAVO escrita en el cuerpo o que acuda al trabajo con un tapón en el ano. Haz que esa persona te redacte un informe también por MMS o SMS.
CALOR/FRÍO
El calor y el frío contribuyen a hacer más placentero el juego con los distintos sentidos y no implican en sí riesgo alguno de transmisión del VIH u otras infección de transmisión sexual. Hacer gotear la cera fundida de una vela sobre los pezones, el pene, el ano y otros puntos puede resultar al mismo tiempo placientemente doloroso y un verdadero climas. A menudo son preferibles las velas más económicas, puesto que suelen contener más parafina, la cual se funde a una temperatura más baja que la estearina. En cualquier caso, prueba hasta encontrar lo que más os guste a ti y a las personas con quien mantengas relaciones sexuales. Aunque sean baratas, evita las candelitas (velas pequeñas que vienen en un envase de aluminio), ya que, alcanzan una temperatura demasiado alta. Se puede recurrir al hielo y al agua fría para crear un agradable contraste calor/frio, o para incitar en alguien el deseo de un tratamiento caluroso. No expongas la cara (y, en particular, los ojos) a un calor o frío intenso.
SADISMO Y MASOQUISMO – SADOMASOQUISMO
El sadomasoquismo (SM) es una especie de juego de rol sexual que no tiene nada que ver con la violencia, sino con adultos que de forma consentida y voluntaria disfrutan juntos. El sádico obtiene satisfacción sexual mediante la dominación, el control, la humillación, el castigo y/o infligiendo dolor. El masoquista obtiene satisfacción sexual mediante la sumisión y exposición a humillaciones, castigos y/o dolor.
El dolor es algo que se suele considerar desagradable, pero para muchos en ocasiones también puede proporcionar placer. Aparte de que a un buen número de personas les gusta la idea de ocasionar o ser expuestos al dolor, esto implica también determinados efectos físicos que pueden resultar gratos. Cuando nos provocan dolor, nuestro cuerpo activa su propio sistema de alivio con un aumento en la secreción de endorfinas, que también se segregan, por ejemplo, durante la práctica del sexo y en los enamoramientos, lo que ocasiona una sensación de placer. El dolor puede infligirse en forma, por ejemplo, de azotes, bofetadas, objetos puntiagudos y afilados, estiramientos, calor/frío, pinzas, etc. Existen infinidad de instrumentos a utilizar para aquel que lo desee. Echa un vistazo en distintos sitios y ve probando.
SEXO SM MÁS PLACENTERO Y SEGURO
- Ponte de acuerdo de antemano sobre las señales mutuas a las que recurrir en caso de que alguno de ustedes desee bajar la intensidad o interrumpir el juego (palabras o señales para parar, o similares). Resulta también aconsejable convenir de antemano el nivel de sexo seguro que quieren (preservativo, evitar esperma en la boca, etc.). De este modo a todos les será más fácil relajarse y disfrutar plenamente.
- Para reducir el riesgo de transmisión del VIH, evita el esperma y la sangre dentro del ano, la vagina, la boca o en la parte superior del pene. Rehúye también del esperma y la sangre en los ojos, en heridas no cicatrizadas y en otras lesiones cutáneas.
- Usa tu sentido común y mantente atento para evitar ocasionar lesiones serias a tu cuerpo. Escucha las señales de este y respeta los límites tanto tuyos como de tus parejas sexuales.
- Recuerda que las distintas partes del cuerpo tienen sensibilidades diferentes. No son recomendables, por ejemplo, los golpes y presiones contra la cara y el cuello, mientras que los grupos musculares de mayor tamaño (nalgas, parte posterior de los muslos, etc.) suelen aguantar bastante más.
- Evita combinar sexo SM con el alcohol u otros estupefacientes (incluidos el Popper), ya que ello empeora la capacidad de discernimiento y eleva el umbral del dolor.
NORMAS DE CONDUCTA
El consentimiento, la confianza y el respeto a los límites de cada uno son fundamentales en el ámbito BDSM para que todos los participantes puedan gozar plenamente. El juego de poder de “imposición” y “resistencia” suele formar parte del BDSM; el sumiso se rebela y es castigado por ello. De pequeños aprendimos que “no” significa “no”, pero en un contexto BDSM tal vez no siempre sea así. Azotar las nalgas de alguien hasta dejarlas doloridas puede resultar excitante. La eventual clemencia suplicada por el esclavo puede añadir un goce aún mayor. Es aconsejable convenir de antemano lo que uno está o no está dispuesto a hacer. Todos los participantes tienen derecho a interrumpir el juego en cualquier momento, lo que hace especialmente importante convenir con antelación las señales mutuas para indicar que deseas parar el juego o disminuir su intensidad. Puede tratarse de palabras o signos específicos para indicar, por ejemplo, “Está bien/continúa”, “Baja el ritmo/cálmate un poco” o “Para/hagamos una pausa”. Estos signos o códigos deben respetarse siempre.
Para ejercer dominación se requiere consideración y empatía. Nunca des por supuesto que la persona bajo tu dominio va a indicar cuándo quiere que pares o reduzcas la intensidad. Si no estás seguro de que lo que estás haciendo es bien recibido por el otro, pregúntale o confía en tu instinto y baja un poco el ritmo. De este modo serás considerado como una pareja de confianza y serás retribuido con dosis de placer y aprecio.
Para adoptar el rol de sumiso es necesario conocerte bien a ti mismo, saber escuchar tu cuerpo y dejar claro a los demás lo que estás dispuesto y no estás dispuesto a hacer. Como sumiso siempre tienes derecho a exigir sexo seguro, el uso preservativos y de evitar el esperma en la boca.
El BDSM debe poder ser motivo de orgullo y algo con lo que sentirse a gusto. No olvides tampoco mostrar respeto por tu entorno si practicas juegos BDSM entre otras personas, con objeto de evitar que estas puedan sentirse ofendidas o vejadas como participantes involuntarios (por ejemplo, en actos de exhibicionismo).
SI DESEAS MÁS INFORMACIÓN Y/O ENTRAR EN CONTACTO CON OTROS PRACTICANTES DE BDSM
Club Wish es un club BDSM y de fetiches para mujeres que se lo hacen con otras mujeres. El club se llamaba antiguamente LASH.
Darkside es una comunidad para practicantes de BDSM, fetichistas y otras personas con sexualidades y estilos de vida relacionados. Esta página te permite crear tu propio perfil y entrar en contacto con personas afines.
El Grupo de BDSM y fetichismo del área de política sexual de RFSU Estocolmo discute e informa sobre temas dentro del ámbito del BDSM y el fetichismo. En su sitio web podrás también descargar su folleto “BDSM y fetichismo: cómo funcionan”.
SLM de Estocolmo es un club para hombres homosexuales y bisexuales con interés por el cuero, la goma, los uniformes y los fetiches. Dentro del club hay muchas personas que practican BDSM. Visita el sitio web de SLM de Estocolmo para más información: slmstockholm.se. También puedes descargar su folletoSexo seguro para chicos amantes del cuero.