¿Te excitan las zapatillas de deporte o el olor a cuero?
¿Te excitan los pelirrojos con bigote? ¿O se te pone dura (para) cuando el jefe lleva puestas sus excitantes gafas de leer? El fetichismo implica la capacidad de experimentar placer (sexual) a través de uno o varios materiales específicos, prendas, partes del cuerpo u otros objetos normalmente sin vinculación sexual de tipo alguno. Puede tratarse de materiales como el cuero, la goma o el acero; de vestimenta como uniformes o atuendos deportivos; de partes del cuerpo como los pies, las axilas o las cabezas rapadas. Para algunas personas el fetiche puede ser algo completamente diferente, tal vez un color o una forma especial, o bien una situación o acto concreto.
La experiencia del fetiche varía según la persona. Algunas gozan de su fetiche en soledad, mientras que otras prefieren compartirlo o recurrir a él en compañía de otros. Se puede disfrutar del fetiche ya sea en ocasiones específicas (por ejemplo, durante el acto sexual) o como elemento para añadir una dimensión adicional en el día a día. ¿Sabes cuántos de tus colegas acuden al trabajo con suspensorios o tangas? El disfrute de un fetiche no implica en sí riesgo alguno de contagio del VIH u otras infecciones de transmisión sexual. Bueno, a menos que tengas como fetiche recibir semen en el culo, la boca o el coño.