Si has nacido con una vagina y ya has cumplido 23 años se te citará automáticamente cada tres años para la realización de una citología con el fin de comprobar las eventuales alteraciones celulares en el cuello del útero.
Deberá acudirse a la cita aunque no se haya mantenido recientemente relaciones sexuales (no obstante, si nunca lo has hecho no necesitas realizar la prueba). Tal vez te parezca molesto o desagradable someterte a estas revisiones, pero se te realizan para que tengas un mejor control de tu estado de salud. Muchas mujeres que mantienen relaciones con otras mujeres optan por no efectuar estos análisis por creerlos innecesarios, pero el VPH se transmite también fácilmente entre ellas. No olvides que estas pruebas son importantes para estar al tanto de tu salud independientemente de que te acuestes o no con hombres.
Las citologías se efectúan en las consultas de ginecología y consultorios para jóvenes aplicando una pequeña espátula, bastoncillo de algodón o cepillo sobre el cuello del útero. La toma de muestras dura apenas un par de minutos, no es dolorosa y es gratuita. Si los análisis evidencian alteraciones celulares se procederá a realizar una prueba de VPH.