La próstata es como un punto G que la mayoría de los hombres y algunas mujeres trans tienen en el trasero.
A veces se le conoce como punto P y es la glándula que produce la secreción de los espermatozoides. En la mayoría de los hombres, está a unas dos pulgadas/cinco centímetros del conducto anal, hacia el ombligo. Tiene aproximadamente el tamaño de una nuez y es sensible al tacto.
A veces puede resultar complicado encontrar la próstata. La forma más sencilla es que el afortunado receptor se acueste boca arriba con las rodillas dobladas hacia el pecho y las piernas separadas. Extienda lubricante en uno o más dedos e introdúzcalos con cuidado. Siente cómo los músculos del culo se tensan y relajan. Asegúrese de ser gentil y sensible a los sonidos y movimientos de la persona que lo recibe. Doble los dedos ligeramente hacia el estómago como si estuviera llamando a alguien y masajee suavemente la próstata. Si usted es el receptor, guíe al dador comunicándole lo que le hace sentir bien. ¿Quizás un gemido de agradecimiento?
Otra parte del cuerpo que a veces se descuida es el perineo, el área entre el ano y el escroto. ¡Intenta masajear la próstata y el perineo al mismo tiempo! ¡Celestial! El que da debe estar delante del receptor. Busque la próstata con los dedos índice y medio y utilice el pulgar para masajear el perineo. De esta manera, la próstata recibe un masaje desde dos direcciones.