El gusto por lamer (chupar) o ser lamido depende de cada uno.
Por eso resulta complicado definir con precisión lo que es un buen cunnilingus (lamer una vagina). Sencillamente, hay que experimentar. Te aconsejamos escuchar a la persona objeto de tus lametones. Los gemidos, la respiración y el lenguaje corporal suelen indicarte si lo que haces resulta placentero. Ello también es aplicable cuando tú eres el objeto del tratamiento. Hay distintas maneras de mostrar lo que te gusta a la persona que te lame. Quizá haya también cosas que puedas hacer para que el que te aplica el tratamiento disfrute especialmente. Unas caricias o agarrarle firmemente por la nuca son ejemplos de acciones que pueden reforzar la sensación de estar dando una deliciosa lamida de vagina.
Puede resultar placentero que una persona, sin preámbulos, empiece directamente a lamerte o acariciarte la vagina. Otra opción es hacer que la persona objeto de tus atenciones bucales ansíe el momento en que tu lengua aterrice en su clítoris. Acaricia y lame todo el cuerpo. Si a tu pareja sexual le gusta, puedes emplear los dientes para morderla. Comprueba si a la persona le gustan las caricias suaves o algo más fuertes, o una combinación de ambas. Acaricia, lame y muerde todo el cuerpo de esa persona y desciende a intervalos regulares hacia el vientre y por el interior de los muslos. Respira de vez en cuando sobre la vagina. Haz que la persona que vas a lamer se excite que te pida que bajes. Puedes posar entonces muy suavemente tu lengua en su clítoris para luego volver a recorrer todo el cuerpo. Finalmente puedes abarcar toda la vagina con la boca y empezar a darle chupadas en toda regla.
Te aconsejamos que varíes a la hora de lamer una vagina. Puedes por ejemplo ensayar distintas posiciones. Cambiando esta, el placer puede resultar muy diferente. Puedes hacerlo con la persona acostada boca arriba o también a/en cuatro patas mientras la chupas/lames desde atrás. Otra posibilidad es que se coloque de rodillas sobre ti y que monte sobre tu cara. También pueden hacérselo mutuamente en distintas posiciones, entre otras, el llamado 69, con uno tendido sobre el otro. Si son más de dos pueden lamerse unos a otros en círculo, o bien que uno chupe a otro mientras el tercero, acaricia, lame o penetra al lamedor o lamedora.
A ser posible, al practicar el cunnilingus alterna tanto distintos ritmos como lengua suave y lengua dura y en punta. Se pueden utilizar también los labios de la boca de distintas maneras. Asimismo, obtendrás una mayor variación alternando como foco de tu tratamiento los labios menores, los labios mayores y la zona alrededor de la vulva y el clítoris. ¿O por qué no dejar que la lengua recorra el perineo y pasar a practicar un anilingus?
Cuando vayas a lamer una vagina es importante recordar que cada persona tiene una sensibilidad diferente en el clítoris. A algunas les gusta un tratamiento duro mientras que a otras les basta con una caricia suave para sentirse estimuladas. Te recomendamos no obstante que tengas cuidado con el glande del clítoris, muy sensible al contacto directo en la mayoría de las personas. Otro consejo para chupar/lamer una vagina es que sujetes el capuchón del clítoris (su prepucio) entre tu lengua/labios y el glande. De este modo, con ayuda de la lengua y los labios podrás masajear el capuchón sobre el glande del clítoris, lo cual produce un estímulo para muchas placentero. A algunas personas les gusta un tratamiento de lengua más duro directamente sobre el glande del clítoris. Ve probando.
A muy pocas les resulta agradable el uso de los dientes al lamer una vagina, lo cual no quiere decir que siempre sea algo negativo. Ensaya por ejemplo dando mordisquitos en la fina piel que rodea los labios de los genitales, la pelvis y los muslos mientras aplicas tu lengua.
En lo que respecta al vello, el olor y el sabor, los gustos varían según la persona. A algunos/as les excitan las vaginas peludas mientras que otros/as las prefieren rasuradas. A muchos/as también les gusta el olor y el sabor de esta, optando otros/as por usar lubricantes de distintos olores y sabores a la hora de practicar un cunnilingus.
El lugar al que diriges la mirada al lamer una vagina puede influir en la experiencia tanto tuya como de la otra persona. Si miras hacia arriba y te centras en la persona objeto de tu esmero podrás ver cuánto aprecia esta lo que estás haciendo. Observar la reacción del otro cuerpo a tus acciones puede intensificar también la excitación del que lame.
Mientras realizas el cunnilingus puedes hacer otras muchas cosas con una vagina. Por ejemplo, acariciar su abertura, introducir uno o varios dedos y penetrarla como si fuera un pene. Puedes introducir el puño mientras lames o meter y sacar rítmicamente los dedos en la vagina y/o el ano. También puedes insertar consoladores o vibradores en la vagina y/o el ano. Averigua qué le excita a la persona con quien mantienes relaciones sexuales. Atrévete a preguntarle si puedes tirar/coger con ella de distintos modos. Recuerda que es aconsejable usar lubricante si practicas el sexo anal con otra persona. El lubricante también puede resultar placentero y, en ocasiones, necesario si penetras una vagina con los dedos o los puños. Es conveniente usar preservativo si ambos/as utilizan el mismo consolador.
También te puedes acariciar a ti misma o usar un consolador o vibrador al tiempo que lames la vulva a otra persona.